De la exhuberancia de la luz del viñedo pasamos a la introspección y el silencio de la oscuridad de la bodega. Tras una primera fermentación en las tinas de madera de roble francés allier nuevo a temperatura constante y diversas trasiegas, el vino se distribuye en función de su destino final: botella si es joven o barrica para crianzas, reservas y grandes reservas. La fermentación en barricas, la magia que transforma el mosto en nuestros vinos, siguen unos procesos controlados, en todo momento, por nuestro enólogo Rafael García y el resto del equipo técnico de la bodega perturbando, lo justo, la feliz catarsis del mosto fermentado en magnífico vino. El proceso de crianza se realiza en barricas de roble de 225 litros, mayoritariamente, de origen francés y americano.

Nuestra nave principal está en la actualidad destinada a nuestros aclamados vinos de crianza y cuenta con una diversidad de barricas de distintas procedencias como la  francesa, americana o de Europa  del Este.

Nuestros vinos más añejos tienen un lugar de reposo y maduración en la sala  denominada  Zaco, aquí descansan y evolucionan adquiriendo su contrastada complejidad hasta su  posterior embotellado.

Barricas

Nave "El Roble", de reciente construcción, es nuestra apuesta para la crianza de vinos de gran calidad

Barricas de Roble Barricas de Zaco Nave de Barricas